Vista: Color caoba oscuro.
Nariz: Intensidad aromática alta. Delicados aromas especiados y tostados.
Boca: Potente, intenso, ligeramente dulce con notas tostadas y especiadas. Final largo y persistente.
Descripción
Antonio Míguez Amil lleva desde 1993 trabajando por recuperar antiguas viñas y resucitando lugares de producción ancestral en las riberas del río Avia. Trabaja a conciencia para rescatar las técnicas ancestrales que se solían utilizar con los vinos de Ribeiro durante los siglos XVII y XVIII. Finca de San Lourenzo da Pena, es uno de esos viñedos históricos que ya estaban documentados en el siglo XII pero que fueron abandonados porque son tierras muy difíciles de mecanizar ya que está a una altitud de unos 300 metros y tiene una pendiente del 30%, en esta finca Antonio Míguez Amil trabaja incansablemente y con pasión recuperando variedades de uvas autóctonas prácticamente desaparecidas como la Brancellao, Sousón, Espadeiro o Carabuñeira. Desde el año 2007 lleva recuperando La Carabuñeira, una variedad que estaba perdida en el valle del Avia y que más tarde descubrió que era pariente de la Touriga Nacional de Portugal, lo que le llevó a entender las enormes similitudes de variedades de uvas existentes en el norte de Portugal y el sur de Galicia. Antonio Míguez Amil es un viticultor inquieto, apasionado y en continua evolución, su próximo proyecto es rescatar el proceso de elaboración que se utilizaba en el siglo XII, que daba lugar a vinos más ligeros. Eran vinos más longevos, que podían viajar sin problema y que aguantaban bien incluso sin sulfuroso. Afortunadamente Antonio Míguez Amil sigue firme en su empeño de recuperar aquellas técnicas que se usaban antaño y proporcionar una segunda oportunidad a esas tierras que hacen posible una viticultura respetuosa con el medio ambiente, biodinámica y regeneradora.
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