Vista: Rojo picota, ribete violáceo.
Nariz: Notas minerales, aromas frutales, fruta roja, especias, notas herbáceas, expresivo.
Boca: Fresco, frutal, notas especiadas, equilibrado, elegante, cuerpo medio y notas florales.
Descripción
Alfonso Torrente, José Ángel Martínez, Laura Ramos y Roberto Santana se conocieron estudiando enología en Alicante y descubrieron que compartían una visión similar del vino. El resultado de su inquietud es Envínate, un proyecto que combina la consultoría enológica con vinos propios que elaboran en las mismas zonas donde asesoran y casi siempre utilizando las instalaciones de las bodegas que tienen como clientes. Lo más destacado de su trabajo, sin embargo, es que se han convertido en la punta de lanza de una nueva forma de elaborar en España. Son grandes defensores de vinos frescos y atlánticos que muestran el terruño y las variedades locales. Por eso no es de extrañar que sus proyectos más importantes estén situados en (Canarias) y Ribeira Sacra (Galicia). El lado gallego lo pone Alfonso Torrente. El proyecto de Envínate en Galicia se centra en Ribeira Sacra, una región de orografía extrema y viñedos en bancales que se precipitan hacia los ríos Miño y Sil. Bajo la marca Lousas (es como se llama a las lascas de pizarra en la zona) elaboran un “vino de aldea” (unas 7.000 botellas) con 12 parcelas diferentes repartidas en las subzonas de Amandi, Ribeiras do Sil y Bibei, así como dos etiquetas de viñedos concretos situados en Amandi Parcela Seoane y Parcela Camiño Novo (ambos por debajo de 1.000 botellas). La variedad principal es la Mencía, pero puede haber pequeños porcentajes de Merenzao, Garnacha tintorera… El estilo de los vinos es jugoso y fresco, con notas especiadas y de hierbas y paladares limpios y persistentes. A partir de la añada 2017, los vinos de Envínate en esta zona gallega están fuera de la D.O. La filosofía de Envínate se centra en el trabajo con viñedos singulares y en una elaboración adaptada a las características de la añada, lo que determinará por ejemplo el uso o no de raspón (y en qué cantidades) en la elaboración. Se emplean levaduras autóctonas y se trabaja en reductivo sin trasiegos después de maloláctica protegiendo el vino con carbónico. De ahí que en general sus vinos puedan aparecer reducidos al descorchar la botella y se beneficien de una generosa aireación. Para la crianza se trabaja en barricas desde 228 hasta 600 litros buscando que no haya un aporte evidente de madera. El sulfuroso se emplea sólo antes del embotellado.
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